Espero que mi testimonio cambie tu perspectiva sobre la adopción. Escribiendo este libro yo ya lo he hecho. Desde que tengo uso de razón me he sentido profundamente diferente a los demás. Aunque vivo en España desde antes de tener memoria, nací en Rusia. Mi historia es bastante simple: una niña que no pudieron cuidar, abandonada en el hospital para luego ser adoptada tres años después por una madre española. Pero esa historia se vuelve compleja cuando reflexiono sobre las consecuencias que provocó todo: cómo llegué a no sentir dolor, hambre o frío, en definitiva, a disociarme, o cómo me refugié apoyándome en cualquier persona sin distinguir el valor de un abrazo. Cada vez que de niña no me sentía querida venía la pregunta: «¿Por qué me pasa esto a mí y a los demás no? ¿Por qué soy diferente?» Me lo explicaron cientos de veces y, aunque mi madre se mostraba comprensiva, mi respuesta siempre era la misma: «no lo entenderías». Porque así me sentía, incomprendida. Cuando al fin crecí empecé a comprender cómo me habían afectado el abandono y la falta de atención en mis primeros años. Quizás esta historia no es la tuya, quizás ahora tampoco ya sea mía: tal vez es la de todos. Espero que lo entendáis ahora.